sábado, 25 de abril de 2009
En Afecto Oficio
ARTIFICIO FINAL
A veces se antoja difícil explicarlo en mi cabeza, y aún pensando en lo punible del caso, al menos ya dejaste de formar una masa hormigueante e indistinta a imagen de los demás.
Tu familia no me habla, además sigo recluido en la sucia habitación de un denostado hostal. Me persiguen por “enferma crueldad”, según titulan su editorial algunos periódicos de relevancia nacional. ¡Nada me importa! Volvería a hurtar tu cuerpo del tanatorio y nuevamente arrancaría a tiras tu tallado, en afecto oficio, para transformarlo en encuadernado visceral.
Te has convertido en la guía que emana esa impronta de quien fuiste una vez. Mi único refugio desde nuestra despedida es rozar con mis yemas tu rugosa piel de papel. Por esto, el canibalismo literario será mi última expresión de amor por ti; comeré todas las hojas del libro humano que te volví, para morir en poesía.
http://factoria.fnac.es/concursos/segundo-concurso-de-microrrelatos/afecto-oficio
domingo, 19 de abril de 2009
De las entrañas, Lord Byron y otras cuestiones
Dibujo: Clara Barguti
La validez de la información viene determinada por la forma. El contenido ya no tiene tanta importancia porque muta hasta lo falso. Un paraje abierto en mitad de la naturaleza puede ser tan sombrío como una kafkiana oficina de plumillas a mediados del siglo pasado. También el cambio en la perspectiva da minucioso retrato de nuestras profundidades más extrañas. Cosas no resueltas que conllevan una energía, casi siempre, mal puesta. Soy tan poco artesano como necesito serlo.
A esto, el miedo es la peor sensación del mundo y Lord Byron lo encriptó fielmente en su “oscuridad”
-
Morn came, and went - and came, and brought no day,
And men forgot their passions in the dread
Of this desolation; and all hearts
Were chill'd into a selfish prayer for light:
And they did live by watchfires
-
Primavera por fin tras el negro invierno al calor de un infierno. Se torna a avistar las cosas perdidas durante un tiempo sin luz, donde buscando estar cerca de la candela no me preocupó imitar las llamas. Hay que mimetizar para lo vivo, así dejar atrás los claros agujeros del desierto hervido. La gracia de fingir lo verdadero da paso a la desgracia de no sentirlo. Ahora la conformidad entre imagen, sentimiento y pensamiento vuelve a ser de acuerdo inmutable. Decidir al igual que la Sophie de Styron sigue siendo un reto apasionante, cuando te juegas lo cotidiano a cada momento, a cada segundo, a cada pasado nazi, a cada paso.
El miedo es menor si no sufres miedo a tenerlo.
martes, 14 de abril de 2009
La Baballa
Maca en La Baballa 1967
Foto: Dominik Valvo
Ese paraíso en algún lugar
esos hermosos ojos del natío
esos perros hurgando para jugar
ese ritual hasta el desvarío
Esa reina sin límite de bondad
ese texto que expide principio
esa mirada rota de la verdad
visceral del rincón del indicio
Esas ninfas en la escalera de metal
esas sesiones de fotos hedonistas
ese añejo humo a ilegal
Esa cometa al cómputo del viento
esa farsa de pelucas coloristas
esa Baballa ganando al tiempo
miércoles, 8 de abril de 2009
Sensación Indescriptible
Tantas noches en vela buscando por la red, revisando libros sobre música, preguntando a conocidos dell´Azzurra, y hoy vienes tú para descubrírmelo sin más.
Estaba oyendo el último álbum del rey de la transgresión en la música italiana, mi admirado Morgan (Marco Castoldi), cuando de pronto mi piel se eriza con inimaginable sorpresa al escuchar uno de los temas del nuevo disco…
-Italian Songbook Volume I- (versiones de clásicos italianos) contiene una canción que llevo casi media vida intentando averiguar cual era. La escuché de pequeño en un casete de mi padre y me gustó tanto que la grabé por las dos caras en otro; no paraba de reproducirla en el Walkman. Desde entonces la cinta desapareció entre mudanzas, limpiezas, etc...
Nunca supe el título, ni el artista, sólo canturreaba algunas partes que permanecían intactas en mi memoria. Y hoy, varios lustros después, la he encontrado.
La emoción ha sido indescriptible. El ocho de Abril es uno de los días más felices del 2009.
Morgan, te debo una.
Umberto Bindi y su “Il mio mondo”
jueves, 2 de abril de 2009
STUART TRACKLIST II
1. Summer 78 / Yann Tiersen [Psicología Tv]
2. Le Moribond / Jacques Brel [El tiempo que queda]
3. Sebastian / Steve Harley & Cockney Rebel [Poesía Fugaz]
4. Hoppipolla / Sigur Rós [Anoche soñé contigo]
5. Werewolf / Cat Power [Looking Around]
6. Libera me / Elliot Goldenthal [La Bestia Humana]
7. Where is my mind? / ThePixies [Dioses y Monstruos]
8. Época / Gotan Project [Peso Neto]
Bonus Track
9. I want your love / Chromatics
10. La Aurora de NY / Enrique Morente
2. Le Moribond / Jacques Brel [El tiempo que queda]
3. Sebastian / Steve Harley & Cockney Rebel [Poesía Fugaz]
4. Hoppipolla / Sigur Rós [Anoche soñé contigo]
5. Werewolf / Cat Power [Looking Around]
6. Libera me / Elliot Goldenthal [La Bestia Humana]
7. Where is my mind? / ThePixies [Dioses y Monstruos]
8. Época / Gotan Project [Peso Neto]
Bonus Track
9. I want your love / Chromatics
10. La Aurora de NY / Enrique Morente
miércoles, 25 de marzo de 2009
Peso Neto
Café-tostadas-cigarro-baño o estirar-ducha-vestirse-salir. El mecanismo particular al levantar por las mañanas es diferente. Cada uno tiene su propio código.
Se trata del hilo conductor que devuelve a este mundo, tras unos acontecimientos imaginados en el pseudo-coma del sueño. Sin embargo, es pasar los minutos y qué despiertos nos volvemos. Incluso antes de interrumpir la duermevela ya se está cruzando el umbral del deseo.
El peso Neto del placer es incontestable.
Estaba apoyado en una esquina oscura del negro cuarto aquel, como una alimaña del mal de pronto lo tuve ahí cerca. No escuché nada en ese rincón, sólo sucias miradas me acechaban sin par. Ninguna sombra de por medio lo pudo impedir y al final terminé en uno de los ínfimos cuartuchos, donde apenas cabe más de una persona; medirán dos escasos metros por uno. Poseen una apariencia sucia, usada y al mismo tiempo morbosa e irracional. Yo comenté…
Tadzio
- ¿Cómo te llamas?
Extaño
- Neto.
Tadzio
- ¿Qué nombre es ese? ¿De donde eres?
Extraño
- Soy de Brasil. Me llamo Antonio de Oliveira, pero me dicen Neto.
Y postrado sobre la pared se entregó de forma cruel. No hubo tiempo para conceder falsos sentimientos adscritos. La convulsión de los sentidos era de tacto hiperrealista. Aturdido por el impresionante olor a polla de la estrecha cabina, me quité los pantalones a patadas y rompí la camisa en un acto de ansía. Los botones salían disparados hacia el chorreante suelo. La piel que me rozaba era morena y tersa, tenía un aspecto saludable, igual que un deportista de élite o un campesino africano. Su sexo se exhibía casi tan grande como mi antebrazo. Cuando me quise dar cuenta, Neto andaba de perfil, pasivamente humillado como una damisela abriendo su flor en primavera. Desde arriba su rostro me recordó a mi amigo Néstor. Poco a poco concluía el gusto de haberlo conocido. Ha sido un manjar de puro paso. Fresco, agradable y solitario.
Extraño
- Hasta otra. ¡Es la vida!
Con gesto de expresión corporal reforzada le dejo claro que no soy nuevo
Tadzio
- Por supuesto, mon ami. ¡C´est la vie!
Volví andando hacia casa una vez más, por las solitarias calles del casco antiguo. De repente, me vi sorprendido a mitad de O´donnell. Una proporcionada figura caminando en zigzag perdido alumbró la acera. Chica joven, probablemente de menos edad que yo, se dejó caer en un escaparate de lámparas. Me quiso informar a sonrisa abierta que estaba prendida.
Extraña
- ¿Por donde voy?
Tadzio
- Eso deberías saberlo tú.
Extraña
- Creo que me he perdido.
Tadzio
- ¿De quién?
Extraña
- De mí.
Suelta una carcajada que resuena en toda la strada.
Le sigo el juego y río a borbotones.
Tadzio
- ¡Andiamo Ragazza!
Extraña
- ¿Eres Italiano? ¡No eres italiano!
Tadzio
- No. Pero en ocasiones me gusta aparentarlo.
Extraña
- ¿Y de donde dices que eres exactamente si te preguntan?
Tadzio
- De Rimini, de Roma, de Bolonia…
Extraña
- Tienes la lección bien aprendida. (Sonriendo me coge de la mano) En bruto puedes parecer italiano.
Tadzio
- ¿Y en Neto?
Extraña
- ¿Qué?
Tadzio
- ¿Cuánto pesas? (la cojo sin dilación entre mis brazos y la levanto del suelo)
Extraña
- ¡No me lo esperaba! (con boca abierta de aspecto gozoso) ¿y bien? ¿Cuánto?
Tadzio
- Limpia, pura, clara… ¡poco!
La muchacha me pone su mano sobre mi bajo vientre.
Extraña
- Y esto, ¿Cuánto te pesa?
Tadzio
- Es raro. Todo el mundo se la mide, nadie se la pesa.
Vuelve a surgir una risa impetuosa de su interior.
Extraña
- ¡Yo quiero saberlo!
Se empeñó en ir a descubrirlo, aunque no creo que averigüemos la exacta verdad del caso.
Hizo Chas y aparecimos en un estrecho hostal, de cuatro plantas, enclavado entre edificios, en pleno centro de la ciudad. Casi metido con el calzador de un zapato, intenta respirar sometido por los muros colindantes. De aspecto pulcro y entrada aceptable. Un cartel, con dos letras de neón fundidas, cuelga verticalmente el nombre del hostal. En la fachada reza esa luz temporizada que lo identifica:
“Né to ”.
A ciencia cierta hoy me quedo en limpio, líquidamente.
lunes, 23 de marzo de 2009
Dioses y Monstruos
La vida es un tiovivo que nunca para de dar vueltas. ¿En qué parte del círculo giratorio te encuentras? Lo digo a sabiendas que es tiempo de crisis en el alma, así que asá mejor no mirar atrás. En estos casos vistazo al frente, porque cualquier pasado siempre fue consistente e inexpugnable en comparación con el atolondrado presente. El poco vigor de lo actual cede fácilmente ante el afecto del recuerdo.
Los castillos de cartas se desmoronan a mi alrededor, mientras yo quedo inmóvil por los acontecimientos. Ya me lo dijeron una vez: Los grupos de personas, a partir de la pareja, están destinados a la desaparición desde el comienzo, al igual que nosotros mismos. La escasez de cordura hará evidente lo defectuoso en algún momento decisivo. Para sobrevivir a todos estos cambios nos uniremos a alguien que adelante la salvación en esta evolutiva paranoia. La intención es escapar con el olor de una mañana vespertina. El lícito deseo de huir hacia lo nuevo, lo pasado hace un segundo ya está putrefacto.
Vacilamos entre un estado de exaltación cercano a lo divino o la inquietud de lo monstruoso. Somos unos maniacos depresivos a diferentes escalas, además si diseccionas los desordenados fragmentos de una existencia con poco juicio me encontrarás a mí y parte de ti. ¿Dónde estuvo el error? ¿O el error es pensar que lo hay?
En los caminos farragosos de la mente, me servirá de lazarillo aquel frankenstein creado a golpe de tecla hace unos años.
En resumen,
no es un buen momento para ninguna cosa; esperar a que escampe, el cielo abra y se vea un arco-iris atravesando los ensangrentados ojos de nuestra amada.
Y entre tanto… yo creo que me he perdido y para más inri, los fines de semana al pensar en ti me pongo perdido.
Perdón a quién me conozca ahora, a veces tengo la sensación de volverme un poco tarumba por completo. Como le decía Tyler a Marla: "Me has conocido en un momento extraño de mi vida".
martes, 17 de marzo de 2009
La Bestia Humana
El genocida que todo lo puede. La esbeltita sombra de José Tomás provoca en el ruedo. Elegante, citando a la bestia de perfil, toreando de frente; único. Asume el mayor nivel de riesgo en el escalafón taurino. Un loco entre compañeros de profesión medio locos.
Al contrario de lo que muchos piensan, José Tomás tiene aprecio a la vida, pero se entrega a su tarea con la dedicación de un maestro oriental en artes marciales. La concentración para alcanzar la ejecución deseada y así mostrar su yo (íntimo/público) es lo único que le interesa, sin pensar en funestas contingencias durante ese instante.
Un animal en constante lucha por no ser sometido y un ser de inteligencia superior empeñado en crear, a través de la muerte del otro. ¿Cómo se puede hacer espectáculo del sufrimiento? ¿Qué sentido tiene asesinar de esa manera? ¿Cómo explicar a un toro el concepto de arte humano? Es inexplicable. No se puede decir porqué gusta esto, aunque debe atender a la irracionalidad más pura. Sería como intentar dar a conocer porqué te agrada un color en concreto antes que otro.
Hay un protocolo inmutable en el toreo, semejante a un rito religioso. El torero es el sacerdote, vestido según costumbre arraigada, que oficia el sacrificio delante del pueblo. En este sub-teatro de la vida no existe lugar para el género cómico cuando el espada es bueno.
Tomás tiene un misterio. Probablemente tiene varios. A la prensa no le gusta esto. Desde su retirada hasta la reaparición en Barcelona, el papel cuché (y el importante) ha especulado sobre sus razones. Se han leído cosas del tipo: Gay, ateo, corrupto, comunista… El gran carnaval nos ha querido vender la penúltima historia de culpabilidad y redención con sabor a otra época. ¡Fascinante, la España tremendista!
(tan de manifiesto, por desgracia, en estos últimos días)
El príncipe de los toreros ha resucitado la fiesta de la España profunda e indaga mejor que nadie en nuestras profundidades interiores más oscuras, aquellas protegidas por siete panteras de bruto indómito. La tauromaquia está podrida, obsoleta, arcaica, no tiene argumentos validos para convencer a la racionalidad de los “bien sanos” del mundo moderno. Sin embargo, el Mesías José Tomás nos enseña desnudos qué somos, la levedad del ser y la aspereza de nuestra naturaleza, volviéndose en silencio con la victoria en la mano.
El diestro ha llegado a un estado de equilibrio zen. Quizá el toreo sólo entendido a su altura extrema pueda encerrar el hermoso sentido del sinsentido. Al igual que Renoir en su tiempo, el matador ha conseguido fotografiar el crudo retrato de la condición humana.
Si a un especialista en cuestiones mentales se le pidiera una evaluación psiquiátrica (de forma aséptica) del genio Tomás nos sería imposible permanecer al margen del resultado, porque esa mente es el horror de la noche más negra y está poblada por los fantasmas ancestros. Irremediablemente nos encontraríamos a nosotros mismos. El final del laberinto esconde al vampiro sangriento. Nuestro cara a cara con la esencia maldita.
viernes, 13 de marzo de 2009
Looking-Around
Una vez vi al hombre lobo a la luz de la luna, cuando los murciélagos estaban volando. Él lloraba al lado de su ropa de hombre.
Hay que mirar, descansar y volver a mirar a nuestro alrededor. Siempre dispuesto a la acción de recibir información. Ojalá, Amanda, tú seas una mujer de acción y no de sentimiento, ¿verdad?
El inacabado esfuerzo de escuchar hasta empaparse de la verdad de los demás. Ese donaire de empatía tan escaso en los casos del día a día.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas y mi pelo y mi sombra. Sucede que me canso de ser hombre.
No existe equilibrio en este teatro; habrá que encarecer la ausencia de literatura. A tientas te van tocando mientras intentas imponer tu yo, tu ser, tus ideas, tú, a toda costa. Viene a ser lo mismo que consta en el ánimo de los otros. Parecidos, iguales, terribles hasta desgastar el fruncido como Pierrot, el payaso.
Payaso, una vez vi al hombre lobo llorando.
martes, 10 de marzo de 2009
anoche soñé contigo
Ibas acompañada de un yegua, mujer bella de cuerpo primoroso y lascivo. También tenías un caballo al otro lado, hombre muy excelente, un Apolo. Ambos se parecían inevitablemente a dos amigos que encontré hoy durante la mañana.
Y tú, ahí en medio, hermosa joven desnuda, con portentosas alas, apunto de surcar el cielo de manera ascendente. Pareces un emisario divino, que en mitad de maratón vas a entregar información en algún punto distante al de partida. Eres un ángel profusamente sexuado. Tu risa infantil, ¡no! tan natural, zambulle de ti igual que el champagne al abrir una agitada botella de Moët Chandon. Te fascina el poder del sexo; eres como una adolescente que acaba de conocerlo. No puedes evitar contar intensas experiencias sexuales, que siempre resultan muy poéticas.
Le atas (a la yegua) las correas que le aprietan el vientre y, aún más, la que pasa entre sus muslos. Finalmente, le acaricias el trasero, le palpas el vientre y, por fin, le das con la fusta. Ella da un relincho como un quejido. El Caballo sólo mira, expectante. La yegua se acerca, rodeándome con lozanía, insinuosa, mostrando bastante vicio. De repente se echa sobre mí y comienza a devorarme dulcemente.
Me quedo congelado. Siento como la sangre deserta de mis venas gota a gota e intento cogerla con mis manos y no encuentro mis manos, tampoco noto ya mi sexo, y sin embargo estoy excitado hasta navegar por una inerte compensación emocional.
Reviso los portentosos muslos de la bestia porque mi objetivo mental es llegar a ellos, para así rozarlos con mis labios. ¡Cuánta espera!, ¡qué gozo tan extremo!, drogado por el placer de verte mientras tu animal saca todo lo que llevo dentro.
La sensación es pareja al efecto de psicofármacos mezclados con abundante alcohol, ante el sueño desnutrido de una larga noche festiva; ¡Basta de éxtasis! ¡No puedo más!
La yegua se retira, el caballo sigue atento y mi fémina alada toma las riendas del comer antropófago para terminar la faena. Lame y llora. Es maravillosamente anestésico, por segundos pienso que voy a quedarme dormido o perder toda conciencia llegando al desmayo, pero cuando me quiero dar cuenta ya la tengo encima, flexionando las rodillas hasta encajar una pose imposible. Los ritmos desembarcan en la absoluta extenuación. Apenas estoy unido con un hilo a este mundo. La vida se me va gustosa en un último suspiro, luego no alcanzo ni a contar: seis, siete, ocho... ocho y medio... Es mi particular Claudia mediterránea, un animal sexual más allá de lo Felliniano.
…
“Tú lo eres todo… You are everything. You are the first woman of the first day on the Earth... You are Eve... You are mother... sister... Eres la amante, lo femenino... Eres un ángel… Y el Demonio… La Tierra, la casa…”
[La Dolce Vita]
…
jueves, 5 de marzo de 2009
are you my butterfly?
Idealizar a alguien es un venenoso tótem a punto de salpicar.
Tener una visión…
Un error sencillo pero tremendo.
René Gallimard creyó haber sido amado por una mujer perfecta, y efectivamente desde su perspectiva personal fue así. Todo cambia cuando en vez de una mujer, él descubre que era profundamente gratificado por la fantasía de un pasivo amante asiático.
-La realidad no es mejor que la verdad de uno mismo-
"You're nothing like my Butterfly." Respondió Gallimard ante la confesión del espía comunista que había simulado la farsa. Realmente todo podría haber seguido igual, pero ya nada era igual para él. René tenía una visión, una visión que se había convertido en su vida. Sólo le quedaba una escapatoria para ser fiel a su idea, porque “morir con honor es mejor que vivir con deshonor”.
[Este vídeo revela información total del final]
-La imagen de las cosas Vs. Las Cosas-
La verdad está corrupta. La iguana de Michigan ya lo sentía: Corruption corruption corruption Rules my bones. Corruption corruption corruption Chills my bones. Corruption corruption corruption
Rules my soul
...
Unos aman muy poco, otros demasiado,
algunos venden, y otros compran;
unos dan muerte con muchas lágrimas
y otros sin un suspiro:
pero aunque todos los hombres matan lo que aman,
no todos deben morir por ello.
...
(Fragmento de "La balada de la cárcel de Reading" July 7th, 1896)
Y entre tanto where are las verdaderas butterflies?
lunes, 2 de marzo de 2009
poesía fugaz
Hay gente que llega, aporta, y se va para siempre. Es el caso del poeta glam Steve Harley.
Durante los años 70 se producen hechos sociales que marcan cambios en la continuación de los 60 hippies, producto de una mayor liberación de sus condicionantes misóginos y homófogos. El glam rock irrumpe y rompe moldes, da un nuevo giro a la situación y propone a la música como espectáculo.
David Bowie era el más aclamado del comienzo de los 70 en Inglaterra, el rey del glam rock. Lo andrógino de su aspecto, la creación de un alter ego espacial como Ziggy Stardust, sus giras que abarcaban desde Tokyo a Nueva York pasando por Moscú, la actitud liberal ante la vida y en el escenario, el maquillaje kabuki, etc. Todos estos condicionantes le hacían ser lo más grande, musicalmente hablando, aparecido en Gran Bretaña desde el boom de los Beatles. Unos años (71 – 75) dominados por los Marc Bolan (T.Rex) o Gary Glitter y sus equivalentes americanos, Alice Cooper e Iggy Pop.
Pero quizás quien consiguió un éxito de público más heterogéneo (y efímero) fue Steve Harley y su grupo Cockney Rebel. Harley estaba influenciado por Dylan, Lou Reed o el propio Bowie y supo darle teatralidad lírica a sus composiciones, así lo manifiestan algunos de sus temas clásicos (soberbia “Death Trip”). Este “Sebastian” (de su álbum debut “The Human Menagerie”) es de una clase portentosa.
“We only just begun, babe, to compromise
Slagged in a bowery saloon,
Love's a story we'll serialise
Pale angel face; green eye-shadow,
The glitter is outasite
No courtesan could begin to decipher
Your beam of light”
Me dejaría cortar un dedo por el vinilo original.
El segundo disco de la banda es uno de los mejores de la década, “The Psychomodo”. Producido por Alan Parsons, este LP encierra maravillas: “Sling it”, “Cavaliers”, “Sweet Dreams” y esa preciosa pieza que sólo puede disgustar a quien no tenga sentimientos, “Tumbling Down”. Todd Haynes la seleccionó para una recreación en su película Velvet Goldmine de 1998, que trataba sobre el glam rock.
El actor Jonathan Rhys Meyers interpreta la escena.
En el 75 editaron “The best years of our lives”, que incluía el éxito “Make me smile (come up and see me)”.
Tras esto la banda continuó sacando discos, pero sin capturar mi interés. Steve Harley tiene actualmente trabajos en solitario a la venta y también es crítico musical en un segundo canal de la televisión británica. Su pluma se secó hace tiempo o más bien únicamente tuvo relevancia cuando mostró un nuevo camino. Lo que tenía dentro ya lo contó. Todo lo que sigue es repetición de lo que hizo o imitación de otros. Aunque durante dos discos y medio fue el mejor escudero del Mesías (Bowie) y el más inspirado letrista glam. ¡Dios Salve a Steve Harley, el poeta fugaz! Porque aportó escritura original al color.
[Escuchar canción. No prestar atención al fatídico montaje]
Una vez en la vida hay que escuchar un disco de Steve Harley (“The Human Menagerie” o “The Psychomodo”) tras una noche de marcha, a ser posible mientras sale el sol.
viernes, 27 de febrero de 2009
martes, 24 de febrero de 2009
Psicología Tv
Corren tiempos malos para la televisión, el problema que se veía venir desde lejos se ha mimetizado en un tumor terminal. Es un escándalo el programa que ofrece la cadena privada Telecinco bajo el nombre de "La Caja". El show es camuflado por un hedor de pseudo-psicología de todo a un euro, donde hay gente que pasa por un tratamiento al estilo Ludovico hasta sacar las entrañas de su vida al suelo, en el reality más desesperanzador y canallesco nunca visto. Por encerrarse en una claustrofóbica caja ya no se ofrece dinero al concursante, se ofrece cura, cura psicológica, cura exprés en 50 minutos. ¡Qué Escarnio!
Al otro extremo de programas sobre psicología está “En Terapia”, una serie de ficción extraordinaria. De un meticuloso tan analíticamente frío que se transforma en revelador. Raramente un planteamiento tan estático y hermético ha parecido tan insistentemente vivo.
Gabriel Byrne consigue una convergencia al unísono entre actor y personaje. El psicoanalista Paul Weston se sitúa a la cabeza de los personajes televisivos que traspasan la pantalla para vivir en nuestra mente.
Un proyecto de esta índole es dirigido por las manos más sabías de la televisión estadounidense actual, el aventajado Rodrigo García. El autor colombiano ha participado en la construcción del guión en los 41 episodios de la serie y ha llevado la puesta en escena de 22 capítulos, además de ser productor ejecutivo de la misma. García se maneja tanto en la pequeña como la gran pantalla, así lo demuestra su implicación en otras series de la HBO. Es el caso de la fascinante “Carnivàle” (una obra maestra), "A Dos Metros Bajo Tierra" (Six Feet Under) o “Tell me you love me”.
En el cine hizo su incursión con un título original y poco apreciado a partes iguales, “Things You Can Tell Just by Looking at Her” (Cosas que diría con sólo mirarla), tras esto la interesante “Nine Lives” y el resbalón de su carrera “Passengers”, aunque a cualquier cineasta medio le gustaría tener el discurso consecuente y continuo de García.
Ver In Treatment debería ser una responsabilidad ética. Yo no me pierdo ni una sesión del doctor Weston.
Stuart Tracklist I
1. Death is the Road to Away / Clint Mansell [De la Artesanía a la Gracia]
2. Cripple & The Starfish / Anthony and The Johnsons [are you Flamenco?]
3. Toreador (Carmen) / Georges Bizet [¿Dónde estás Marquis de Púbol?]
4. Attitude / Suede [Reactivando…]
5. To The Lighthouse / Patrick Wolf [Parecido/]
6. Lullaby / The Cure [Face to Face]
7. Venus / AiR [ix!]
8. Wicked Game / Chris Isaak [Fidelio]
9. By this River / Brian Eno [Fluir Vs. Pasado]
10. Time is Running Out / Muse [Ni Cagancho en Almagro]
11. You got me / Eskobar [El Brillo del Alma]
12. Somebody / Depeche Mode [Somebody]
13. Cody / Mogwai [Zerkalo]
14. Imitation of Life / REM [Todo es de Color]
15. Cigarettes and Chocolate Milk / Rufus Wainwright [Vivió Vivo]
2. Cripple & The Starfish / Anthony and The Johnsons [are you Flamenco?]
3. Toreador (Carmen) / Georges Bizet [¿Dónde estás Marquis de Púbol?]
4. Attitude / Suede [Reactivando…]
5. To The Lighthouse / Patrick Wolf [Parecido/]
6. Lullaby / The Cure [Face to Face]
7. Venus / AiR [ix!]
8. Wicked Game / Chris Isaak [Fidelio]
9. By this River / Brian Eno [Fluir Vs. Pasado]
10. Time is Running Out / Muse [Ni Cagancho en Almagro]
11. You got me / Eskobar [El Brillo del Alma]
12. Somebody / Depeche Mode [Somebody]
13. Cody / Mogwai [Zerkalo]
14. Imitation of Life / REM [Todo es de Color]
15. Cigarettes and Chocolate Milk / Rufus Wainwright [Vivió Vivo]
domingo, 22 de febrero de 2009
Vivió Vivo
Hace tiempo que escucho la voz de un poeta español reclamando un epitafio maravilloso: “Murió Vivo”. Exigirse el derecho a morir con una capacidad cerebral intacta es de una dignidad tremendamente lúcida. Este escritor ha jurado, delante de cámara, acabar con su propia existencia en el momento donde ya sus cualidades mentales pierdan la constante luz y el alzheimer devore las entrañas del recuerdo.
Hay muchas personas sin esta gallardía del suicidio romántico por preservar una identidad, pero aún más multitud es aquella que Vive Muerta todos los días. Yo estoy rodeado de gente con principios. Dominik es uno de ellos. La impronta de una actividad interna sustancial sobreponiéndose a la materia (dejando huella). Todo late con él, ya que vive vivo. Su expresión artística muestra una retahíla de plasticidad abocada a la vida. La mejor de todas sus fotografías es él mismo, porque como los grandes, D.V. ha conseguido convertir al personaje en su mejor obra. Por mucho que encuentre, jamás conoceré a nadie con un derroche tan artificiosamente sincero de la vida. Él es otro y otros son él. Valvo, como otros, es la única verdad de este mundo. Si el camino del exceso lleva al conocimiento, me cautiva tenerle cerca.
He´s an alcoholic. He´s a drug addict. He´s Homosexual. He´s a genius. He´s my friend.
Happy B.day D. Valvo!
miércoles, 18 de febrero de 2009
Todo Es de Color
Escuchar música cuando yo viera colores.
Sentir triángulos, formas, cuadrados al saborear una manzana.
Gustar un sabor determinado al hablarme alguien.
Un sistema de aprendizaje cerebral distinto: La Sinestesia.
Las neuronas espejos pueden ser las responsables de asignar colores, sabores y formas a personas o palabras. La sinestesia nos enseña que la manera de ver la realidad es muy distinta entre diferentes personas. Por lo tanto toda nuestra realidad puede ser diversa.
¿Cómo sé lo que percibe otra persona?, ¿cómo siente? Crees que es igual pero te lo replanteas todo cuando descubres que eres sinestésico.
La sensación física es una percepción como cuando miras al sol y luego cierras los ojos, una aureola de color se impregna en el ambiente.
Los orgasmos (en algunos casos de sinestesia) provocan una experiencia de colores. También se pueden percibir cosas en el espacio, por ejemplo números con ubicación espacial concreta.
Un mundo diferente, más rico, más diverso. Sin embargo los sinestésicos perciben esto como algo normal, la realidad que han aceptado siempre.
La vibración y la temperatura son otros sentidos. Y dentro de cada sentido hay muchos subgrupos. La visión: los movimientos, los bordes, los colores…
Las sensaciones especiales (fuera de catalogación común) al experimentar una misma realidad sería la sinestesia. No se trata de una alucinación porque en esta última crees en algo que está realmente ahí y puede bloquear tu visión, pero con la sinestesia sabes que es un proceso interno.
El 1% de la población mundial es sinestésica. Aunque al ser niños todos hemos sido un poco sinestésicos.
domingo, 15 de febrero de 2009
Zerkalo
“Tarkovsky es para mí el más importante. Ha creado un lenguaje nuevo, que se corresponde con la esencia del cine, porque presenta la vida como reflexión, la vida como un sueño".
Igmar Bergman
Los elementos naturales (aire, fuego y agua) relatan el contexto de los recuerdos personales, que son llevados como burbujas temporales en un desconcierto embriagador.
-Zerkalo- es el reflejo de los momentos pasados de nuestra vida. El comportamiento de la memoria como referente para poder rescatar la esencia de la naturaleza, de nuestra condición humana.
“-El Espejo- esculpe en el tiempo el retorno a uno mismo”
Andrei Tarkovsky
No sé que carajo significa esta secuencia, pero verla me reconcilia con el mundo y me da una enorme palpitación de serenidad.
El pulso en la oportuna ralentización manual de la cámara, unido a la preponderancia del tiempo fingido y a una cantidad de virtudes que parecen más espirituales que físicas convierten a -Zerkalo- en un patrimonio de la humanidad.
La mayoría opinarán que la sueca Offret (Sacrificio) es la más apreciable obra del director soviético. Para mí, -El Espejo- está entre las 10 de todos los tiempos.
sábado, 14 de febrero de 2009
Somebody
El único sexo es la belleza. Todo lo demás forma una masa hormigueante e indistinta. La búsqueda de la belleza es contundentemente personal. Antes de morir, Von Aschenbach la encontró en el preadolescente efebo Tadzio.
La interpretación de nuestros actos es muy compleja. En ocasiones nos dejamos llevar por el momento, sin creer en lo que hacemos realmente. No queremos pensar un segundo, sólo sentir a cualquier precio. Hay circunstancias donde vivimos una falsa sensación de amor porque nos interesa respirar del artificio. La simulación no es mejor que la realidad pero al menos se le aparenta. La impresión de tener algo infalible en nuestro devenir puede otorgar una ficticia seguridad sobre la que construir una relación. Frágil castillo de naipes si la piedra base se fundamenta exclusivamente en la necesidad de ser amado.
Qué la inmediatez nunca te estropee el sentimiento real.
& All the things I detest I will almost like
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miércoles, 11 de febrero de 2009
El Brillo del Alma
Eternal Sunshine of the Spotless Mind
La única película que me vuelve lacrimoso matemáticamente.
Para existencialistas...
Nos despertamos en medio de la oscuridad, sin saber nada de lo que sabíamos. ¿Dónde estamos, qué ocurre? Por un momento, no recordamos nada. Durante este lapso de pura angustia, ni siquiera recordamos que al salir de un sueño pueden producirse fenómenos semejantes. Nos levantamos, buscamos la puerta, nos sentimos perdidos, como en un hotel.
Luego, en un destello, los recuerdos se reintegran al cuerpo y nos devuelven lo que nos hace las veces de alma. Nos sentimos tranquilizados y decepcionados: así que somos eso, sólo eso.
Lo más hermoso que se le puede desear a una persona es existir, ser libre y conservar eternamente el brillo de sus recuerdos.
martes, 10 de febrero de 2009
Ni Cagancho en Almagro
Un torero de arte en un país donde el cine se estaba consolidando, el fútbol era un deporte sin explotar al nivel actual y la muchedumbre aclamaba a los maestros taurinos como auténticos semidioses. La España de 1932 y un suceso de antología.
Joaquín Rodríguez Ortega –Cagancho-, un primer espada del barrio de Triana era invitado al cartel que inauguraba el remodelado coliseo de Almagro. La localidad de Ciudad Real estaba orgullosa de contar esa tarde con una figura de la talla del matador sevillano para celebrar las obras de restauración llevadas a cabo en el histórico templo de 1845. Las poblaciones de alrededor quisieron unirse a la fiesta. Los trenes se cargaron de pasajeros a tal nivel que cuentan como se cayeron personas con la locomotora en marcha porque todos los vagones iban a reventar. La jornada se presumía histórica, y lo fue.
Cagancho venía tarde con su cuadrilla y al parecer por cuestiones referentes a la pereza, más que a cualquier otro fenómeno. La plaza de toros estaba embotellada hasta no caber un alfiler. La corrida tenía fijada su comienzo para las 18 horas, pero a esas manijas estaba Cagancho entrando en Almagro, así que el paseíllo se retrasó casi 30 minutos. Tiempo más que suficiente para que entrase en aparición la rumorología más machacona, unida a las especulaciones inverosímiles sobre el retraso. El nerviosismo se apoderó del gentío, que venía de una larga jornada de expectación. La mecha estaba encendida y la masa podía tirar hacia un lado u otro, dependiendo de la actuación del diestro.
Cagancho, la estrella absoluta, tenía asignado el tercer y sexto toro de la tarde. Pues bien, el maestro pinchó tanto a la primera bestia que la guardia civil decidió cargar tímidamente contra el público asistente, previendo lo que se les venía encima. Se estaba acercando la monumental, porque Cagancho había huido a barrera tras fracasar, teniendo que darle muerte al animal desangrado uno de los toreros de menor categoría que compartían cartel con él. Todavía quedaba lo peor, ¿como lidiaría el gitano de Triana el siguiente bóvido? Iba a ser complicado cambiar el contundente veredicto de los furibundos espectadores. Antes de esto, la espera se rumiaba con una voz que corría confusa entre el público; un ruido vago, sordo y continuado proclamaba que Cagancho se acababa de marchar de la plaza. Exaltadas voces declaraban al viento: “Ojalá por su salud no sea verdad” Únicamente había que esperar para la confirmación al final de la corrida, y el profesional del toreo lo corroboró, no saliendo a torear la sexta res. Una espantá de campeonato.
La multitud explotó con actitud desacerbada, se saltó al albero, tomó las calles del pueblo, incendió la plaza de toros y clamaron vendetta, destrozando todo lo que tenían a su paso. Querían un trofeo: la cabeza de Cagancho. Para salvar la vida, el lidiador junto a sus banderilleros y picadores permaneció en el salón de plenos del ayuntamiento de Almagro, custodiado por la benemérita durante dos días.
Desde entonces cada vez que alguien queda fatal delante de otras personas se dice “como Cagancho en Almagro”.
sábado, 7 de febrero de 2009
Fluir Vs Pasado
Tengo un problema de canalización. No sé darle figura al potencial. No soy nada artesano.
Echo de menos. Es algo inevitable en los instantes de incertidumbre. Hay mil y una cosas que echo de menos. Me quedo de lo bueno con lo mejor, así retrato la fotogenia de una controversia pasada. Después de todo, cuando se acaba el amor se vuelve a la adolescencia, entonces eso no puede ser tan malo. ¿Dónde se quedó esa palabrería que parecía tan adulta? Un derrame de sentimientos nunca existente quizás más allá de nuestra propia torpeza. Por lo demás todo sigue igual. No se ha movido un ápice este enfoque desde hace mucho tiempo. Posee la misma vigencia que intentó demostrar Gus Van Sant en Psycho. Los planos siguen teniendo idéntica fuerza con el paso del tiempo si el originario es contundente de raíz. Una pirueta mortal que pudo costarle la carrera, un experimento que no debió pasar de un círculo minoritario para ser creíble. Lo comercial mata cuando se le da el poder a idiotas como Carlos Boyero. No deseo ser Burroughs al final de su vida, no quiero dar conferencias sobre mi influencia en el Punk sin yo creerme una mierda de lo que digo. Regularizar el cauce…conocer la correcta distribución de la observancia.
Utilizo las letras de un icono posmoderno para preservar mi pregunta.
Why your love’s not holding mine
why your love’s not loving mine
where’s then your love
Velvetina
miércoles, 4 de febrero de 2009
Fidelio
Estaba en el centro cuando decidí entrar en la Real Iglesia de San Antonio Abad o como se le conoce, el templo de la hermandad del silencio. Tengo una terrible atracción hacia los edificios destinados a un culto. Adoro visitar la parte más íntima de los recintos decorados con efigies de ángeles, vírgenes, santos, dios e incluso algún águila de San Juan perdido por en medio. Las iglesias de mayor rancio abolengo rebosan historia, servidumbre, secretismo y poder. Era el caso de esta insigne hermandad, cuyos fieles desfilan en la madrugá sevillana, esto equivale a marchar en la pasarela de la New York Fashion Week, el día que estrena colección John Galliano. En definitiva, una antigua cofradía de categoría.
Una vez dentro, la representación allí encontrada era de una desmesura vehemente. Me quedé tan entusiasmado como perplejo al contemplar un rito ancestral instalado bruscamente en el presente. El cura de espaldas a los feligreses tenía levantados los brazos hacia el cielo y oraba en latín. Una ceremonia llevada a cabo en una lengua muerta es bastante inquietante. El altar, hecho a conciencia para la sublime efeméride, arrojaba tremendismo sectario a la situación. Todavía más sobrecogedor resultó atender la cara de satisfacción de los creyentes. Tras sus fachadas de rectitud moral, la sonrisa se les caía de entre los labios como vampiros sedientos de sangre. De repente, me sentí el Doctor William Harford en mitad de la secuencia orgiástica de Eyes Wide Shut. Entonces si el sacerdote pedía que me desnudase ¿Qué debía hacer?
Los pensamientos tomaban la delantera y la lluvia de imágenes volvía a tenerme clavado hasta apoderarse del control. No pude aguantar tanta tensión, si continuaba mirando creí intuir que sería peor y esos malditos ojos atentarían en mi contra. Sufrí una pérdida despiadada de perspectiva natural. Necesitaba salir del lugar porque percibía la vista de los cristianos acribillándome.
Alguien me perseguía seguro al escapar, por eso no quise mirar hacia atrás. Desde la distancia, un esbirro daría la señal adecuada al mendigo de la entrada para impedirme salir de aquel conclave maldito. Debía alcanzar la calle Alfonso XII antes que me espetasen en un palo para después sepultar mis restos bajo las profundidades de sus arcanas cavernas. Imaginé los ojos cerrados de par en par y el más absoluto de los silencios atormentándome con reiterado esmero hasta el último aliento. Finalmente, crucé el umbral de la puerta, aunque no pude evitar, al pasar justo al lado de la persona que pide limosna, esbozar una palabra a borbotón: Fidelio. Por si acaso.
Era el culto del Quinario a Nuestro Padre Jesús Nazareno, pero cuando el eco de esa voz en latín termine por apagarse y se extinga el fuego de las velas en la mesa consagrada, sólo las paredes sabrán de la oscuridad invadiendo al silencio
lunes, 2 de febrero de 2009
ix!
Sólo uno más. Los tiempos están cambiando. La luz se interrumpe afuera. Todavía tenía pensado coser mil ideas a mi piel; trazos significativos, retales de gustos, insinuantes siluetas. La tinta del tatuaje traba bajo la epidermis, convirtiendo lo mens-interior en palpable. La técnica de un extraño desarmante se inyecta entre los poros para cambiar el tapiz de la carne y mutar lo natural. Prácticas del neolítico euroasiático se declaran presentes para atestiguar que todo cambia a ritmo de espiral, tan alejándose de la matriz tan volviéndose a acercar. El fin: controlar, moldear, ser portador de una diferencia del resto o simplemente creerse responsable de un fingido cambio. A veces la tinta es expulsada porque no todas las pieles aceptan agentes externos con la misma permisividad que otras si lo toleran. Cambiar sigue siendo la respuesta para adaptarse al contexto, antes que el entorno te expulse sin clemencia. Saber adaptarse es saber caminar.
Ahora pienso que uno más, sólo uno más. Sencillo, inquisidor, susurrante, que no se inclina a un lado ni a otro, ni hace curvas o ángulos, con una función más allá del mero hermosear. Una línea recta que apacigüe y marque la disuasoria raya entre la época anterior y la contemporánea. El último pespunte para cerrar la herida del recuerdo.
Aún no sé si todo se quedará aquí, los tiempos están cambiando decía Dylan. La línea está trazada… el orden se está desvaneciendo rápidamente. Bob lo asume y Bowie me recuerda “Research has pierced all extremes of my sex”. Ni un minuto más reteniendo un latir. No quiero una eternidad esperando vivir o morir.
Según la marejada, tachar puede ser sumar.
Las situaciones son un infinito autómata, dando vueltas como un vals de quebrada cintura. Todo está inconcreto, poco perceptible, con interferencias, casi sucio…y al final sale! Sólo uno más y sale!
jueves, 29 de enero de 2009
Face to Face
Tim Burton es un magnífico director estadounidense. Un diseñador de atmósferas con un sello tan personal como explotado por el marketing. Entre su filmografía se encuentran títulos cercanos a obras maestras como Edward Scissorhands, Ed Wood o Sweeney Todd. Medio escalón por debajo está Big Fish, y a esa misma altura se esconde un film infravalorado. Una destacada película de ciencia ficción, además de la mejor adaptación al cine de un cómic. La alucinógena Batman Returns se manifiesta narcótica al paso del tiempo.
La teatralidad es el gran acierto de esta cinta. Lo verdadero pasa a ser fingido y la inspiración Felliniana hace mella en este punto. Los enormes decorados (la plaza del ayuntamiento de Gotham), la incursión del universo circense o el maquillaje de Danny DeVito. Todo es irreal, lejano, artesanal y placentero para degustar, porque la fábula adquiere sentido con estas proporciones.
Por ejemplo, Stan Winston fue el encargado de la apariencia del Pingüino, basándose en seres fellinianos como los clown del Satyricon o el Casanova Donald Sutherland.
También el enorme escenario de la cloaca bajo el pabellón ártico del Zoo ha servido de influencia para otros cineastas, ya que inspiró a Jean-Pierre Jeunet en la escenografía de La Ciudad de Los Niños Perdidos.
La fisonomía urbana de Gotham se separa en esta entrega un poco más de Nueva York, para mezclarse con Chicago en la década de los ´20. Quizás esto le otorga al texto un desarrollo modélico al sentido de película clásica de Wilder en algunos momentos.
El responsable del escrito literario es Daniel Waters, un guionista mediocre. Tal vez un inventor al que nunca se le ha permitido trabajar en un género o un proyecto de su gusto. El caso es que ante la autoridad intervencionista de Burton y la sensible admiración por el personaje de Bob Kane logró firmar una historia con altas cotas de ingenio.
La exploración de las actividades psíquicas de los seres que intervienen en la obra es de un atractivo perplejo. La psicología del personaje de Wayne es sometida a la presión de espejos cóncavos donde se ve reflejado y deformado hasta terminar con el único deseo de quitarse la máscara para poder vivir. El cansancio de ser un aislado social le condena inexorablemente a buscarse, más si cabe cuando se reconoce a si mismo en la enajenada personalidad de Selina Kyle.
Estoy enamorado de algunos diálogos…
Selina Kyle: Was Vicky right about your difficulty with duality?
B. Wayne: You see... if I say yes, then you´ll think of me as a Norman Bates, a Ted Bundy type and you might not let me kiss you.
Selina Kyle: It´s the so-called normal guys who always let you down. Sickos never scare me. At least they´re committed.
En otra secuencia, la que sucede en la fiesta de Max Shreck, Selina Kyle aparece bajando las escaleras y comienzan a sonar los lentos acordes instrumentales de siouxsie and the banshees. Es el paso previo a descubrir sus ocultos alter-egos.
El sexo en Batman Returns es un subyacente síntoma de los desequilibrados procesos mentales que sufren sus protagonistas. Resulta cómico en el carácter sátiro del villano que interpreta DeVito, y se torna incipientemente seductor cuando lo muestra Selina como vinculación a sus cambiantes estados de ánimo. Entre tanto, Bruce Wayne es un animal pasivo ante estos Freaks que lo superan en surrealismo pero lo igualan a nivel psicosocial.
En una de las secuencias finales…
B. Wayne: Selina… don´t you see? We´re the same. We´re the same. Split down the center. Selina please…
Selina Kyle: Bruce… I would love to live with you in your castle forever, just like in a fairy tale. (Shrieks). I just couldn´t live myself. Don´t pretend this is a happy ending.
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La otra clase de monstruo es representada por Max Shreck (guiño al actor Max Schreck, que interpreta al protagonista de la película Nosferatu de F.W. Murnau), un empresario despiadado, mafioso, amoral, calculador y frío. Christopher Walken es un gangster americano de la primera mitad de siglo, con un lavado de expresionismo alemán (combinado con un look de autorreferencias a trabajos anteriores del realizador). La impronta recuerda a un personaje sacado de la chistera de los hermanos Cohen.
No se puede hacer un Batman al estilo de Joel Schumacher, donde todo es colorido papel cuché, o al modo de Nolan que parte de una insultante realidad. Bruce Wayne no es real ni tampoco un artificio de acción pop art. El héroe de DC magazine penetra cuando es engarzado en el contexto de una ficción mitológica y así sólo lo entendió Burton en sus dos aproximaciones.
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Batman Returns es hipnótica, brutal y magnética hasta convertirse en un raro cuento de navidad.
martes, 27 de enero de 2009
Parecido/
No me toquéis los codos ni los hombros,
No quiero diferencia ni soledad ajena,
Quiero ser, en mi espacio, solo y otro,
Quiero ser, solo y otro,
El otro y solo que quisiérais vuestro,
del que os lloráis acaso y os reís sin duda,
del que os calláis sin duda y del que acaso habláis.
No, yo no quiero ser de otra manera,
de la manera que todos somos otro, no quiero la desidia inmensa
de haber sido,¡que fraude!, parecido ¡PARECIDO!
Con horas de placer y corridas,
de salida, de juego, de devenida,
de otro amor, además del grande,
del reconocimiento, de saludo general.
Al raro y solo que yo sólo quiero ser le basta,
su pena de ser otro y de estar solo,
de pena sola y otra,
de irse solo y otro de la noche
a la música, al mar,
de irse solo y otro al amor grande,
a la obra, al desnudo y a la muerte.
~
Es una pena que se le otorgue mentalmente sólo una virtud a alguien, cuando éste destaca por multitud. Al premio Nobel Juan Ramón Jiménez siempre se le asociará a su etapa sensitiva, sin embargo a mi me interesa más la lúcida decadencia de animal de fondo. Disfrutar con las alucinaciones de viejos comiendo piedras en Moguer y no con el relamido, pequeño, peludo y suave Platero.
Hay que intentar entenderse a cada momento, pareciendo novedoso aun sin serlo, sin perder perspectiva pero perdiéndote y poniéndote perdido
domingo, 25 de enero de 2009
Reactivando ...
Hace unas semanas como el protagonista de un libro de Nothomb, apagué mi conmutador interno para oscilar en el mundo del frío ni calor. Ya no tuve dolor. Ya no tuve nada. La desaparición de los sentimientos pesaba sólo cuando terminaba algún encuentro sexual.
Mi juke-box cerebral no se cansaba de programar Everything in its Right Place de Radiohead. Al levantarme, al ducharme, por la tarde, a todas horas. Los discos de Radiohead a partir del 2000 son limpios, filtrados, experimentales y fríos, muy fríos.
Al menos así me resultan Kid A, Amnesiac y Hail to he Thief. Aquella música y mi vida tenían en común la búsqueda de una ausencia radical de nostalgia. Radiohead me convertía en un ser formidablemente presente, indiferente al tóxico sentimentalismo de los recuerdos. En ocasiones, mis sensaciones carecían incluso de toda noción moral.
Qué poco ha hecho falta para volver a reactivarme la lógica circulación de los sentimientos. Ayer me sentí belicoso nuevamente, después de muchos días en el dique seco. Sólo han sido necesarios unos ojos y una actitud para mandar a la mierda a Radiohead y su puta frialdad post-noventa.
Hoy me he despertado con canciones como ésta vagabundeando por mi quijotera. Del frío cristal al terciopelo. Necesito continuidad. Saber marcar la distancia adecuada.
...please you find me... L.Cohen
viernes, 23 de enero de 2009
¿Dónde estás Marquis de Púbol?
…
Uno de los chicos de la residencia está tirado sobre su cama, escribiendo en una especie de diario: El nuevo no sale de su habitación sino es para ir a sus clases. Es extraño, no habla con nadie, no se relaciona, parece tener miedo o venir de otro planeta, pero se hace notar. Siempre con su chaqueta de terciopelo morado contoneándose en la primera fila y rematando su ermitaña figura con las habladurías que aseguran haberle visto pasear con una capa de Coimbra por los pasillos.
…
Sigues aquí, también allí, estás arriba y abajo. No se ha perdido nada, aún está todo aquí, pero también allí.
Cuanto tiempo hace ya de tu delirio y continúan las colas en Figueres para ver parte de tu locura. Veinte años del decrepito final de una memoria humana. Hoy vuelven aquellas imágenes pidiendo redención a un ser superior para seguir viviendo, argumentando que los genios son necesarios para el progreso de la humanidad, y sin embargo ya eras inmortal.
La ideología de un ego superlativo, el marketing, la Sala Dalmau,
tu encuentro cósmico con Federico, la teoría del Ángelus de Millet,
la suite 108 del Ritz, los relojes blandos, el método Paranoico
Crítico o El Pabellón Sueño de Venus que te hizo eterno en la
capital del mundo.
Aquí volviste a cabrear a tus amigos franceses, otra vez habías ido más allá. Te empeñaste en documentar el subconsciente. Vehemente deseo por desnudarte sin ningún pudor.
-recuerdo embelesado tatuado en mi piel-
Me cortaré el pelo al rape, me haré afeitar completamente la cabeza y enterraré mis cabellos junto al montón de cáscaras de erizo vacías, que habré comido al medio día.
i vull tornar al lloc més bonic del món, a Cadaqués.
...i vull tornar…
Uno de los chicos de la residencia está tirado sobre su cama, escribiendo en una especie de diario: El nuevo no sale de su habitación sino es para ir a sus clases. Es extraño, no habla con nadie, no se relaciona, parece tener miedo o venir de otro planeta, pero se hace notar. Siempre con su chaqueta de terciopelo morado contoneándose en la primera fila y rematando su ermitaña figura con las habladurías que aseguran haberle visto pasear con una capa de Coimbra por los pasillos.
…
Sigues aquí, también allí, estás arriba y abajo. No se ha perdido nada, aún está todo aquí, pero también allí.
Cuanto tiempo hace ya de tu delirio y continúan las colas en Figueres para ver parte de tu locura. Veinte años del decrepito final de una memoria humana. Hoy vuelven aquellas imágenes pidiendo redención a un ser superior para seguir viviendo, argumentando que los genios son necesarios para el progreso de la humanidad, y sin embargo ya eras inmortal.
La ideología de un ego superlativo, el marketing, la Sala Dalmau,
tu encuentro cósmico con Federico, la teoría del Ángelus de Millet,
la suite 108 del Ritz, los relojes blandos, el método Paranoico
Crítico o El Pabellón Sueño de Venus que te hizo eterno en la
capital del mundo.
–The rights of man to his own madness-
Algunas pinceladas de una immensa existència
Ostentación de actos de libertad y liberación de las raíces familiares. En ocasiones, a nivel subconsciente, queremos matar a las personas que más queremos.Aquí volviste a cabrear a tus amigos franceses, otra vez habías ido más allá. Te empeñaste en documentar el subconsciente. Vehemente deseo por desnudarte sin ningún pudor.
-recuerdo embelesado tatuado en mi piel-
Me cortaré el pelo al rape, me haré afeitar completamente la cabeza y enterraré mis cabellos junto al montón de cáscaras de erizo vacías, que habré comido al medio día.
i vull tornar al lloc més bonic del món, a Cadaqués.
...i vull tornar…
martes, 20 de enero de 2009
are you flamenco?
Hoy hay fiesta en Washington. Ésta es la lectura. Despojando la situación de inclinaciones políticas, banderas, intereses, incluso restando importancia al toque de exotismo histórico del color cutáneo de Obama, como definía hace unos días la victoria de Barack un señor bajito sin trascendencia. Sin duda es una fecha de celebración. Elefantes, burros, Irak… ahora todo eso da igual. Lo único importante es que el espíritu de un nuevo tiempo ha invadido a millones de personas, justificada o injustificadamente. El gran disgusto es no poder estar hoy en América del Norte hasta las tantas de la madrugada, cerrando los bares. Tanto jolgorio yankee me ha hecho pensar en lo difícil que debe ser disfrutar de la vida en tiempos adversos, cuando no hay nada que celebrar, el viento está en contra y al final del túnel no se atisba ni un pellizco de esperanza. Mi link mental ha enlazado de forma automática con la historia de un lugar especial que hubo en Sevilla, ubicado justo donde este viernes el NK Triana jugará su encuentro futbolístico. El sitio en cuestión aparece registrado en algunas publicaciones de la época como sala de fiesta, piano bar, tablao flamenco o cabaret Charco de la Pava y se encontraba donde su propio nombre indica. Me lo quiero imaginar parecido al hotel bar “Feria” del Querelle Fassbinderiano, pero con un ambiente diferente. En este local se daban cita gente con ánimo de juerga, como en los 60 norteamericanos pero menos optimista, ya que se trataba de la primera mitad del convulso siglo XX español. Retirado del centro de la ciudad, su momento de esplendor lo vivió en la década de los ´20 y se extendió hasta comienzos de los ´30, fue abandonado a su suerte durante la guerra civil y con el nuevo régimen se destruyó. Lo más cercano a este fantástico local era un barrio nuevo sin asfaltar y con ausencia de tendido eléctrico en sus calles. En el Barrio León, las familias de los militares que allí habitaban estaban atemorizadas por los delincuentes del Bajo Aljarafe. Metros más alante, en medio de un terreno descubierto, libre y limpio de tropiezos, otra cosa.
Un tiempo difícil, con síntoma de tristeza más que cualquier sensación distinta, para algunos “un país donde todo nace muerto, vive muerto y muere muerto”, así pensaba Luis Cernuda, perseverante visitador del cabaret cuando se permitía alguna escapadita de la librería madrileña en la que trabajaba. Allí se vieron las caras artistas como Sánchez Mejías, García Lorca, José Bello o Rafael Ortega. Por supuesto éste no era precisamente un espacio familiar, sino de personas abocadas a los lugares de sordidez embriagadora. Entre tanto talento también convivían gente de paso y negocio: prostitutas, maricones, bufones y marineros. Mezcolanza de ritos; baile, alcohol, espectáculo y luego lo que cada uno quisiera. No era una época fácil para acceder a las drogas o al sexo, al menos que fuese un paraje de mala muerte y lo del Charco de La Pava era un buen establecimiento. En este tablao flamenco las reglas eran diferentes y eso no les pasaba inadvertido a los hombres casados, que se desplazaban en busca de algo nuevo y escapaban pseudo indemnes a la rumorología, puesto que esta sala de fiesta no tenía mal cartel. Una canita al aire, un “shortbus” para el alma en un contexto histórico áspero, donde hubiese venido al caso la frase de Margo Channing, “Abróchense los cinturones, se aproxima tormenta”.
Pero hay que ser comedidamente inconscientes para gozar en determinados casos. A eso le llamo yo -ser flamenco-. Aquí se reunía mucho flamenco y esa es su virtud, ante la adversidad sacar el genio, incluso para divertirse.
Dicen que cuando amanecía aún se escuchaba salir a borbotones los últimos acordes musicales desde el descampado de Triana, provenientes del piano tocado por Lorca, mientras el taconeo del baile de Rafael hacía eco en las recién encendidas texturas diurnas. Todo terminaba con el bailaor desfallecido sobre el hombro del poeta. Todo terminaba como querían los hombres valientes que nunca se cobijaron bajo las normas.
Un tiempo difícil, con síntoma de tristeza más que cualquier sensación distinta, para algunos “un país donde todo nace muerto, vive muerto y muere muerto”, así pensaba Luis Cernuda, perseverante visitador del cabaret cuando se permitía alguna escapadita de la librería madrileña en la que trabajaba. Allí se vieron las caras artistas como Sánchez Mejías, García Lorca, José Bello o Rafael Ortega. Por supuesto éste no era precisamente un espacio familiar, sino de personas abocadas a los lugares de sordidez embriagadora. Entre tanto talento también convivían gente de paso y negocio: prostitutas, maricones, bufones y marineros. Mezcolanza de ritos; baile, alcohol, espectáculo y luego lo que cada uno quisiera. No era una época fácil para acceder a las drogas o al sexo, al menos que fuese un paraje de mala muerte y lo del Charco de La Pava era un buen establecimiento. En este tablao flamenco las reglas eran diferentes y eso no les pasaba inadvertido a los hombres casados, que se desplazaban en busca de algo nuevo y escapaban pseudo indemnes a la rumorología, puesto que esta sala de fiesta no tenía mal cartel. Una canita al aire, un “shortbus” para el alma en un contexto histórico áspero, donde hubiese venido al caso la frase de Margo Channing, “Abróchense los cinturones, se aproxima tormenta”.
Pero hay que ser comedidamente inconscientes para gozar en determinados casos. A eso le llamo yo -ser flamenco-. Aquí se reunía mucho flamenco y esa es su virtud, ante la adversidad sacar el genio, incluso para divertirse.
Dicen que cuando amanecía aún se escuchaba salir a borbotones los últimos acordes musicales desde el descampado de Triana, provenientes del piano tocado por Lorca, mientras el taconeo del baile de Rafael hacía eco en las recién encendidas texturas diurnas. Todo terminaba con el bailaor desfallecido sobre el hombro del poeta. Todo terminaba como querían los hombres valientes que nunca se cobijaron bajo las normas.
domingo, 18 de enero de 2009
De la Artesanía a la Gracia
Darren Aronofsky es un funambulista de élite, permanece de manera admirable en la línea divisoria entre arte e industria, poesía y entretenimiento. Dentro del circo de la gran producción, él es un tocado por la gracia de los cineastas con brillo especial, y ha demostrado en su corta filmografía distanciarse de sus coetáneos, ya que el tiempo es lo único que separa a los buenos artesanos de los genios. El ejemplo lo tenemos en directores de su generación como el británico Christopher Nolan y el también estadounidense Bryan Singer. El filmaker de Londres es un realizador que se maneja a la perfección con un guión que marque las pautas con la precisión de un reloj suizo, no hablamos de textos perfectos, pero sí de escritos donde las subtramas llevan el desarrollo global de la historia hacia delante de manera implícita y sofisticada. De aquí se derivan sus dos mejores trabajos hasta la fecha, la sorprendente Memento y el hábil juego de manos que supone -The Prestige (El Truco Final)-.
–Insomnio- y -Batman Begins- son piezas de una media superior al cine norteamericano actual, pero no ocultan un hecho inevitable y es que Nolan es un magnífico artesano sin la chispa de los grandes. Capítulo aparte merece su última adaptación del héroe de gotham city,
un hipertrófico laberinto de poderosas secuencias y fascinante planificación, que quedan desvirtuadas por la obstinación de la que Nolan hace gala al insuflar la película de una barata trascendencia superior, intentando hacer filosofía con orejitas de murciélago. Y es en este punto donde Chris Nolan y Bryan Singer se dan la mano. La farragosa lentitud de cámara, unido al recargado pseudo contenido social son las marcas de registro de un autor como Singer, responsable de la renovación del thriller de los noventa con su robusta y apabullante –Sospechosos Habituales-. Tal incursión cinematográfica hacía apuntar alto al director de Nueva Jersey, aunque todo quedó en un reflejo de vidrio. A la correcta –Verano de Corrupción- (correcta película, superdotada interpretación de Ian McKellen) le han seguido -X-Men- y su secuela,
-Superman Returns- o la implicación en una serie de televisión como -Football Wives-, episodio piloto de una serie que nunca llegó a ver la luz, a su vez remake de la serie inglesa "Footballers' Wive$". Proyecto que intentaba acercar la vida de varias mujeres casadas con jugadores de fútbol. Ahora nos llega su aparatosa –Valkiria-, basada en uno de los capítulos más desconocidos de la segunda guerra mundial, aquel que cuenta la historia de un oficial del ejército germano que trató sin éxito de matar a Adolf Hitler en 1944.
Otra vez se esperaba mucho de Singer, puesto que abandonaba la ciencia ficción para regresar a la patente realidad humana y a un contexto histórico, pero vuelve a no ser lo prometido (por las secuencias completas visionadas por este redactor). Bryan Singer es un artesano comedido con una irrupción en el séptimo arte (no debut) de un calibre desmedido. –Sospechosos Habituales- es de largo uno de los mejores títulos de los ´90.
[Este vídeo revela información total del final]
Aronofsky es diferente a ellos. La aparición de Darren en el cine es masivamente aclamada en sundance. –Pi (fe en el caos)- es un homenaje al estilo underground norteamericano, con delirante atmósfera kafkiana y un gran poder de seducción. Las lagunas presupuestarias (80.000 dólares es el coste del film) no frenan el desbordante talento de un creador visual sin precedentes.
Su segundo film –Requiem por un sueño- es una durísima e intensa historia sobre la experiencia de la adicción a las drogas y a los sueños, convertida en un clásico moderno. Aronofsky ofrece películas con una cierta falta de armonía estructural, aunque de una indiscutible imaginería.
Un sello personal que trasciende géneros e historias. La preciosa –La Fuente de la Vida- es masacrada por la crítica y vapuleada por la taquilla. Darren decide esconderse bajo el trazo de Kent Williams para satisfacer por completo el proyecto de –the fountain- a través de una novela gráfica guionizada por él mismo.
Y dentro de unas semanas nos llega –The Wrestler-, cuyo trabajo artístico no entraré a valorar (las actuaciones del trío protagonista merecen un rincón diferente y Mickey Rourke quizás otro también).
Técnicamente la evolución de la narración es llevada con una maestría que reconcilia a Aronofsky con la ordenada distribución de las partes de una película. La relación del hercúleo ángel caído Randy –The Ram- Robinson con su entorno es de una descriptiva emocional apasionante. Un luchador profesional de wrestling, ya retirado que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, Randy decide poner un poco de orden en su vida.
Para esta aventura Darren vuelve a contar con la partitura de Clint Mansell. El trabajo de Mansell ha servido de prolongación sonora de su imaginación, colaborando en todas las cintas facturadas hasta el momento. Aronofsky posee una capacidad extrema de entendimiento y tiene la virtud de filtrarlo todo por medio de una mirada muy superior al presente de la gran industria norteamericana. El próximo reto de este artista neoyorquino lo sumerge nuevamente en la ciencia-ficción, al tomar el mando de un proyecto tan comercial como interesante en la particular propuesta que nos ofrecerá seguro este visionario, el remake de –Robocop-.
–Insomnio- y -Batman Begins- son piezas de una media superior al cine norteamericano actual, pero no ocultan un hecho inevitable y es que Nolan es un magnífico artesano sin la chispa de los grandes. Capítulo aparte merece su última adaptación del héroe de gotham city,
un hipertrófico laberinto de poderosas secuencias y fascinante planificación, que quedan desvirtuadas por la obstinación de la que Nolan hace gala al insuflar la película de una barata trascendencia superior, intentando hacer filosofía con orejitas de murciélago. Y es en este punto donde Chris Nolan y Bryan Singer se dan la mano. La farragosa lentitud de cámara, unido al recargado pseudo contenido social son las marcas de registro de un autor como Singer, responsable de la renovación del thriller de los noventa con su robusta y apabullante –Sospechosos Habituales-. Tal incursión cinematográfica hacía apuntar alto al director de Nueva Jersey, aunque todo quedó en un reflejo de vidrio. A la correcta –Verano de Corrupción- (correcta película, superdotada interpretación de Ian McKellen) le han seguido -X-Men- y su secuela,
-Superman Returns- o la implicación en una serie de televisión como -Football Wives-, episodio piloto de una serie que nunca llegó a ver la luz, a su vez remake de la serie inglesa "Footballers' Wive$". Proyecto que intentaba acercar la vida de varias mujeres casadas con jugadores de fútbol. Ahora nos llega su aparatosa –Valkiria-, basada en uno de los capítulos más desconocidos de la segunda guerra mundial, aquel que cuenta la historia de un oficial del ejército germano que trató sin éxito de matar a Adolf Hitler en 1944.
Otra vez se esperaba mucho de Singer, puesto que abandonaba la ciencia ficción para regresar a la patente realidad humana y a un contexto histórico, pero vuelve a no ser lo prometido (por las secuencias completas visionadas por este redactor). Bryan Singer es un artesano comedido con una irrupción en el séptimo arte (no debut) de un calibre desmedido. –Sospechosos Habituales- es de largo uno de los mejores títulos de los ´90.
[Este vídeo revela información total del final]
Aronofsky es diferente a ellos. La aparición de Darren en el cine es masivamente aclamada en sundance. –Pi (fe en el caos)- es un homenaje al estilo underground norteamericano, con delirante atmósfera kafkiana y un gran poder de seducción. Las lagunas presupuestarias (80.000 dólares es el coste del film) no frenan el desbordante talento de un creador visual sin precedentes.
Su segundo film –Requiem por un sueño- es una durísima e intensa historia sobre la experiencia de la adicción a las drogas y a los sueños, convertida en un clásico moderno. Aronofsky ofrece películas con una cierta falta de armonía estructural, aunque de una indiscutible imaginería.
Un sello personal que trasciende géneros e historias. La preciosa –La Fuente de la Vida- es masacrada por la crítica y vapuleada por la taquilla. Darren decide esconderse bajo el trazo de Kent Williams para satisfacer por completo el proyecto de –the fountain- a través de una novela gráfica guionizada por él mismo.
Y dentro de unas semanas nos llega –The Wrestler-, cuyo trabajo artístico no entraré a valorar (las actuaciones del trío protagonista merecen un rincón diferente y Mickey Rourke quizás otro también).
Técnicamente la evolución de la narración es llevada con una maestría que reconcilia a Aronofsky con la ordenada distribución de las partes de una película. La relación del hercúleo ángel caído Randy –The Ram- Robinson con su entorno es de una descriptiva emocional apasionante. Un luchador profesional de wrestling, ya retirado que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, Randy decide poner un poco de orden en su vida.
Para esta aventura Darren vuelve a contar con la partitura de Clint Mansell. El trabajo de Mansell ha servido de prolongación sonora de su imaginación, colaborando en todas las cintas facturadas hasta el momento. Aronofsky posee una capacidad extrema de entendimiento y tiene la virtud de filtrarlo todo por medio de una mirada muy superior al presente de la gran industria norteamericana. El próximo reto de este artista neoyorquino lo sumerge nuevamente en la ciencia-ficción, al tomar el mando de un proyecto tan comercial como interesante en la particular propuesta que nos ofrecerá seguro este visionario, el remake de –Robocop-.
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