viernes, 27 de febrero de 2009
martes, 24 de febrero de 2009
Psicología Tv
Corren tiempos malos para la televisión, el problema que se veía venir desde lejos se ha mimetizado en un tumor terminal. Es un escándalo el programa que ofrece la cadena privada Telecinco bajo el nombre de "La Caja". El show es camuflado por un hedor de pseudo-psicología de todo a un euro, donde hay gente que pasa por un tratamiento al estilo Ludovico hasta sacar las entrañas de su vida al suelo, en el reality más desesperanzador y canallesco nunca visto. Por encerrarse en una claustrofóbica caja ya no se ofrece dinero al concursante, se ofrece cura, cura psicológica, cura exprés en 50 minutos. ¡Qué Escarnio!
Al otro extremo de programas sobre psicología está “En Terapia”, una serie de ficción extraordinaria. De un meticuloso tan analíticamente frío que se transforma en revelador. Raramente un planteamiento tan estático y hermético ha parecido tan insistentemente vivo.
Gabriel Byrne consigue una convergencia al unísono entre actor y personaje. El psicoanalista Paul Weston se sitúa a la cabeza de los personajes televisivos que traspasan la pantalla para vivir en nuestra mente.
Un proyecto de esta índole es dirigido por las manos más sabías de la televisión estadounidense actual, el aventajado Rodrigo García. El autor colombiano ha participado en la construcción del guión en los 41 episodios de la serie y ha llevado la puesta en escena de 22 capítulos, además de ser productor ejecutivo de la misma. García se maneja tanto en la pequeña como la gran pantalla, así lo demuestra su implicación en otras series de la HBO. Es el caso de la fascinante “Carnivàle” (una obra maestra), "A Dos Metros Bajo Tierra" (Six Feet Under) o “Tell me you love me”.
En el cine hizo su incursión con un título original y poco apreciado a partes iguales, “Things You Can Tell Just by Looking at Her” (Cosas que diría con sólo mirarla), tras esto la interesante “Nine Lives” y el resbalón de su carrera “Passengers”, aunque a cualquier cineasta medio le gustaría tener el discurso consecuente y continuo de García.
Ver In Treatment debería ser una responsabilidad ética. Yo no me pierdo ni una sesión del doctor Weston.
Stuart Tracklist I
1. Death is the Road to Away / Clint Mansell [De la Artesanía a la Gracia]
2. Cripple & The Starfish / Anthony and The Johnsons [are you Flamenco?]
3. Toreador (Carmen) / Georges Bizet [¿Dónde estás Marquis de Púbol?]
4. Attitude / Suede [Reactivando…]
5. To The Lighthouse / Patrick Wolf [Parecido/]
6. Lullaby / The Cure [Face to Face]
7. Venus / AiR [ix!]
8. Wicked Game / Chris Isaak [Fidelio]
9. By this River / Brian Eno [Fluir Vs. Pasado]
10. Time is Running Out / Muse [Ni Cagancho en Almagro]
11. You got me / Eskobar [El Brillo del Alma]
12. Somebody / Depeche Mode [Somebody]
13. Cody / Mogwai [Zerkalo]
14. Imitation of Life / REM [Todo es de Color]
15. Cigarettes and Chocolate Milk / Rufus Wainwright [Vivió Vivo]
2. Cripple & The Starfish / Anthony and The Johnsons [are you Flamenco?]
3. Toreador (Carmen) / Georges Bizet [¿Dónde estás Marquis de Púbol?]
4. Attitude / Suede [Reactivando…]
5. To The Lighthouse / Patrick Wolf [Parecido/]
6. Lullaby / The Cure [Face to Face]
7. Venus / AiR [ix!]
8. Wicked Game / Chris Isaak [Fidelio]
9. By this River / Brian Eno [Fluir Vs. Pasado]
10. Time is Running Out / Muse [Ni Cagancho en Almagro]
11. You got me / Eskobar [El Brillo del Alma]
12. Somebody / Depeche Mode [Somebody]
13. Cody / Mogwai [Zerkalo]
14. Imitation of Life / REM [Todo es de Color]
15. Cigarettes and Chocolate Milk / Rufus Wainwright [Vivió Vivo]
domingo, 22 de febrero de 2009
Vivió Vivo
Hace tiempo que escucho la voz de un poeta español reclamando un epitafio maravilloso: “Murió Vivo”. Exigirse el derecho a morir con una capacidad cerebral intacta es de una dignidad tremendamente lúcida. Este escritor ha jurado, delante de cámara, acabar con su propia existencia en el momento donde ya sus cualidades mentales pierdan la constante luz y el alzheimer devore las entrañas del recuerdo.
Hay muchas personas sin esta gallardía del suicidio romántico por preservar una identidad, pero aún más multitud es aquella que Vive Muerta todos los días. Yo estoy rodeado de gente con principios. Dominik es uno de ellos. La impronta de una actividad interna sustancial sobreponiéndose a la materia (dejando huella). Todo late con él, ya que vive vivo. Su expresión artística muestra una retahíla de plasticidad abocada a la vida. La mejor de todas sus fotografías es él mismo, porque como los grandes, D.V. ha conseguido convertir al personaje en su mejor obra. Por mucho que encuentre, jamás conoceré a nadie con un derroche tan artificiosamente sincero de la vida. Él es otro y otros son él. Valvo, como otros, es la única verdad de este mundo. Si el camino del exceso lleva al conocimiento, me cautiva tenerle cerca.
He´s an alcoholic. He´s a drug addict. He´s Homosexual. He´s a genius. He´s my friend.
Happy B.day D. Valvo!
miércoles, 18 de febrero de 2009
Todo Es de Color
Escuchar música cuando yo viera colores.
Sentir triángulos, formas, cuadrados al saborear una manzana.
Gustar un sabor determinado al hablarme alguien.
Un sistema de aprendizaje cerebral distinto: La Sinestesia.
Las neuronas espejos pueden ser las responsables de asignar colores, sabores y formas a personas o palabras. La sinestesia nos enseña que la manera de ver la realidad es muy distinta entre diferentes personas. Por lo tanto toda nuestra realidad puede ser diversa.
¿Cómo sé lo que percibe otra persona?, ¿cómo siente? Crees que es igual pero te lo replanteas todo cuando descubres que eres sinestésico.
La sensación física es una percepción como cuando miras al sol y luego cierras los ojos, una aureola de color se impregna en el ambiente.
Los orgasmos (en algunos casos de sinestesia) provocan una experiencia de colores. También se pueden percibir cosas en el espacio, por ejemplo números con ubicación espacial concreta.
Un mundo diferente, más rico, más diverso. Sin embargo los sinestésicos perciben esto como algo normal, la realidad que han aceptado siempre.
La vibración y la temperatura son otros sentidos. Y dentro de cada sentido hay muchos subgrupos. La visión: los movimientos, los bordes, los colores…
Las sensaciones especiales (fuera de catalogación común) al experimentar una misma realidad sería la sinestesia. No se trata de una alucinación porque en esta última crees en algo que está realmente ahí y puede bloquear tu visión, pero con la sinestesia sabes que es un proceso interno.
El 1% de la población mundial es sinestésica. Aunque al ser niños todos hemos sido un poco sinestésicos.
domingo, 15 de febrero de 2009
Zerkalo
“Tarkovsky es para mí el más importante. Ha creado un lenguaje nuevo, que se corresponde con la esencia del cine, porque presenta la vida como reflexión, la vida como un sueño".
Igmar Bergman
Los elementos naturales (aire, fuego y agua) relatan el contexto de los recuerdos personales, que son llevados como burbujas temporales en un desconcierto embriagador.
-Zerkalo- es el reflejo de los momentos pasados de nuestra vida. El comportamiento de la memoria como referente para poder rescatar la esencia de la naturaleza, de nuestra condición humana.
“-El Espejo- esculpe en el tiempo el retorno a uno mismo”
Andrei Tarkovsky
No sé que carajo significa esta secuencia, pero verla me reconcilia con el mundo y me da una enorme palpitación de serenidad.
El pulso en la oportuna ralentización manual de la cámara, unido a la preponderancia del tiempo fingido y a una cantidad de virtudes que parecen más espirituales que físicas convierten a -Zerkalo- en un patrimonio de la humanidad.
La mayoría opinarán que la sueca Offret (Sacrificio) es la más apreciable obra del director soviético. Para mí, -El Espejo- está entre las 10 de todos los tiempos.
sábado, 14 de febrero de 2009
Somebody
El único sexo es la belleza. Todo lo demás forma una masa hormigueante e indistinta. La búsqueda de la belleza es contundentemente personal. Antes de morir, Von Aschenbach la encontró en el preadolescente efebo Tadzio.
La interpretación de nuestros actos es muy compleja. En ocasiones nos dejamos llevar por el momento, sin creer en lo que hacemos realmente. No queremos pensar un segundo, sólo sentir a cualquier precio. Hay circunstancias donde vivimos una falsa sensación de amor porque nos interesa respirar del artificio. La simulación no es mejor que la realidad pero al menos se le aparenta. La impresión de tener algo infalible en nuestro devenir puede otorgar una ficticia seguridad sobre la que construir una relación. Frágil castillo de naipes si la piedra base se fundamenta exclusivamente en la necesidad de ser amado.
Qué la inmediatez nunca te estropee el sentimiento real.
& All the things I detest I will almost like
[Este vídeo revela información total del final]
miércoles, 11 de febrero de 2009
El Brillo del Alma
Eternal Sunshine of the Spotless Mind
La única película que me vuelve lacrimoso matemáticamente.
Para existencialistas...
Nos despertamos en medio de la oscuridad, sin saber nada de lo que sabíamos. ¿Dónde estamos, qué ocurre? Por un momento, no recordamos nada. Durante este lapso de pura angustia, ni siquiera recordamos que al salir de un sueño pueden producirse fenómenos semejantes. Nos levantamos, buscamos la puerta, nos sentimos perdidos, como en un hotel.
Luego, en un destello, los recuerdos se reintegran al cuerpo y nos devuelven lo que nos hace las veces de alma. Nos sentimos tranquilizados y decepcionados: así que somos eso, sólo eso.
Lo más hermoso que se le puede desear a una persona es existir, ser libre y conservar eternamente el brillo de sus recuerdos.
martes, 10 de febrero de 2009
Ni Cagancho en Almagro
Un torero de arte en un país donde el cine se estaba consolidando, el fútbol era un deporte sin explotar al nivel actual y la muchedumbre aclamaba a los maestros taurinos como auténticos semidioses. La España de 1932 y un suceso de antología.
Joaquín Rodríguez Ortega –Cagancho-, un primer espada del barrio de Triana era invitado al cartel que inauguraba el remodelado coliseo de Almagro. La localidad de Ciudad Real estaba orgullosa de contar esa tarde con una figura de la talla del matador sevillano para celebrar las obras de restauración llevadas a cabo en el histórico templo de 1845. Las poblaciones de alrededor quisieron unirse a la fiesta. Los trenes se cargaron de pasajeros a tal nivel que cuentan como se cayeron personas con la locomotora en marcha porque todos los vagones iban a reventar. La jornada se presumía histórica, y lo fue.
Cagancho venía tarde con su cuadrilla y al parecer por cuestiones referentes a la pereza, más que a cualquier otro fenómeno. La plaza de toros estaba embotellada hasta no caber un alfiler. La corrida tenía fijada su comienzo para las 18 horas, pero a esas manijas estaba Cagancho entrando en Almagro, así que el paseíllo se retrasó casi 30 minutos. Tiempo más que suficiente para que entrase en aparición la rumorología más machacona, unida a las especulaciones inverosímiles sobre el retraso. El nerviosismo se apoderó del gentío, que venía de una larga jornada de expectación. La mecha estaba encendida y la masa podía tirar hacia un lado u otro, dependiendo de la actuación del diestro.
Cagancho, la estrella absoluta, tenía asignado el tercer y sexto toro de la tarde. Pues bien, el maestro pinchó tanto a la primera bestia que la guardia civil decidió cargar tímidamente contra el público asistente, previendo lo que se les venía encima. Se estaba acercando la monumental, porque Cagancho había huido a barrera tras fracasar, teniendo que darle muerte al animal desangrado uno de los toreros de menor categoría que compartían cartel con él. Todavía quedaba lo peor, ¿como lidiaría el gitano de Triana el siguiente bóvido? Iba a ser complicado cambiar el contundente veredicto de los furibundos espectadores. Antes de esto, la espera se rumiaba con una voz que corría confusa entre el público; un ruido vago, sordo y continuado proclamaba que Cagancho se acababa de marchar de la plaza. Exaltadas voces declaraban al viento: “Ojalá por su salud no sea verdad” Únicamente había que esperar para la confirmación al final de la corrida, y el profesional del toreo lo corroboró, no saliendo a torear la sexta res. Una espantá de campeonato.
La multitud explotó con actitud desacerbada, se saltó al albero, tomó las calles del pueblo, incendió la plaza de toros y clamaron vendetta, destrozando todo lo que tenían a su paso. Querían un trofeo: la cabeza de Cagancho. Para salvar la vida, el lidiador junto a sus banderilleros y picadores permaneció en el salón de plenos del ayuntamiento de Almagro, custodiado por la benemérita durante dos días.
Desde entonces cada vez que alguien queda fatal delante de otras personas se dice “como Cagancho en Almagro”.
sábado, 7 de febrero de 2009
Fluir Vs Pasado
Tengo un problema de canalización. No sé darle figura al potencial. No soy nada artesano.
Echo de menos. Es algo inevitable en los instantes de incertidumbre. Hay mil y una cosas que echo de menos. Me quedo de lo bueno con lo mejor, así retrato la fotogenia de una controversia pasada. Después de todo, cuando se acaba el amor se vuelve a la adolescencia, entonces eso no puede ser tan malo. ¿Dónde se quedó esa palabrería que parecía tan adulta? Un derrame de sentimientos nunca existente quizás más allá de nuestra propia torpeza. Por lo demás todo sigue igual. No se ha movido un ápice este enfoque desde hace mucho tiempo. Posee la misma vigencia que intentó demostrar Gus Van Sant en Psycho. Los planos siguen teniendo idéntica fuerza con el paso del tiempo si el originario es contundente de raíz. Una pirueta mortal que pudo costarle la carrera, un experimento que no debió pasar de un círculo minoritario para ser creíble. Lo comercial mata cuando se le da el poder a idiotas como Carlos Boyero. No deseo ser Burroughs al final de su vida, no quiero dar conferencias sobre mi influencia en el Punk sin yo creerme una mierda de lo que digo. Regularizar el cauce…conocer la correcta distribución de la observancia.
Utilizo las letras de un icono posmoderno para preservar mi pregunta.
Why your love’s not holding mine
why your love’s not loving mine
where’s then your love
Velvetina
miércoles, 4 de febrero de 2009
Fidelio
Estaba en el centro cuando decidí entrar en la Real Iglesia de San Antonio Abad o como se le conoce, el templo de la hermandad del silencio. Tengo una terrible atracción hacia los edificios destinados a un culto. Adoro visitar la parte más íntima de los recintos decorados con efigies de ángeles, vírgenes, santos, dios e incluso algún águila de San Juan perdido por en medio. Las iglesias de mayor rancio abolengo rebosan historia, servidumbre, secretismo y poder. Era el caso de esta insigne hermandad, cuyos fieles desfilan en la madrugá sevillana, esto equivale a marchar en la pasarela de la New York Fashion Week, el día que estrena colección John Galliano. En definitiva, una antigua cofradía de categoría.
Una vez dentro, la representación allí encontrada era de una desmesura vehemente. Me quedé tan entusiasmado como perplejo al contemplar un rito ancestral instalado bruscamente en el presente. El cura de espaldas a los feligreses tenía levantados los brazos hacia el cielo y oraba en latín. Una ceremonia llevada a cabo en una lengua muerta es bastante inquietante. El altar, hecho a conciencia para la sublime efeméride, arrojaba tremendismo sectario a la situación. Todavía más sobrecogedor resultó atender la cara de satisfacción de los creyentes. Tras sus fachadas de rectitud moral, la sonrisa se les caía de entre los labios como vampiros sedientos de sangre. De repente, me sentí el Doctor William Harford en mitad de la secuencia orgiástica de Eyes Wide Shut. Entonces si el sacerdote pedía que me desnudase ¿Qué debía hacer?
Los pensamientos tomaban la delantera y la lluvia de imágenes volvía a tenerme clavado hasta apoderarse del control. No pude aguantar tanta tensión, si continuaba mirando creí intuir que sería peor y esos malditos ojos atentarían en mi contra. Sufrí una pérdida despiadada de perspectiva natural. Necesitaba salir del lugar porque percibía la vista de los cristianos acribillándome.
Alguien me perseguía seguro al escapar, por eso no quise mirar hacia atrás. Desde la distancia, un esbirro daría la señal adecuada al mendigo de la entrada para impedirme salir de aquel conclave maldito. Debía alcanzar la calle Alfonso XII antes que me espetasen en un palo para después sepultar mis restos bajo las profundidades de sus arcanas cavernas. Imaginé los ojos cerrados de par en par y el más absoluto de los silencios atormentándome con reiterado esmero hasta el último aliento. Finalmente, crucé el umbral de la puerta, aunque no pude evitar, al pasar justo al lado de la persona que pide limosna, esbozar una palabra a borbotón: Fidelio. Por si acaso.
Era el culto del Quinario a Nuestro Padre Jesús Nazareno, pero cuando el eco de esa voz en latín termine por apagarse y se extinga el fuego de las velas en la mesa consagrada, sólo las paredes sabrán de la oscuridad invadiendo al silencio
lunes, 2 de febrero de 2009
ix!
Sólo uno más. Los tiempos están cambiando. La luz se interrumpe afuera. Todavía tenía pensado coser mil ideas a mi piel; trazos significativos, retales de gustos, insinuantes siluetas. La tinta del tatuaje traba bajo la epidermis, convirtiendo lo mens-interior en palpable. La técnica de un extraño desarmante se inyecta entre los poros para cambiar el tapiz de la carne y mutar lo natural. Prácticas del neolítico euroasiático se declaran presentes para atestiguar que todo cambia a ritmo de espiral, tan alejándose de la matriz tan volviéndose a acercar. El fin: controlar, moldear, ser portador de una diferencia del resto o simplemente creerse responsable de un fingido cambio. A veces la tinta es expulsada porque no todas las pieles aceptan agentes externos con la misma permisividad que otras si lo toleran. Cambiar sigue siendo la respuesta para adaptarse al contexto, antes que el entorno te expulse sin clemencia. Saber adaptarse es saber caminar.
Ahora pienso que uno más, sólo uno más. Sencillo, inquisidor, susurrante, que no se inclina a un lado ni a otro, ni hace curvas o ángulos, con una función más allá del mero hermosear. Una línea recta que apacigüe y marque la disuasoria raya entre la época anterior y la contemporánea. El último pespunte para cerrar la herida del recuerdo.
Aún no sé si todo se quedará aquí, los tiempos están cambiando decía Dylan. La línea está trazada… el orden se está desvaneciendo rápidamente. Bob lo asume y Bowie me recuerda “Research has pierced all extremes of my sex”. Ni un minuto más reteniendo un latir. No quiero una eternidad esperando vivir o morir.
Según la marejada, tachar puede ser sumar.
Las situaciones son un infinito autómata, dando vueltas como un vals de quebrada cintura. Todo está inconcreto, poco perceptible, con interferencias, casi sucio…y al final sale! Sólo uno más y sale!
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